Sé que la expectación el día de mi paso por la costa levantina crecía al ritmo de las pollas de todos los que estaban a mi alrededor viéndome desnuda y pajeándome constantemente. Pero buscando un rato de intimidad con mi chico, Lois y yo decidimos darnos un chapuzón en el Mediterraneo y pajearnos en sus relajadas aguas, grabándolo todo con la cámara submarina que nos han dejado para cometer esta travesura. Primero soy yo quien cojo el pollón de Lois, me encanta cogerlo, notar como crece y sentir que necesito las dos manos para agarrarlo entero, no sé ni cómo no me lo follé ahí mismo, estaba muy caliente.
Mi chico me manosea constantemente, me folla con sus dedos y me pone tan caliente que hasta me penetra dentro del agua. Decido salir, necesito seguir pajeándome mientras toda la gente a mi alrededor ya se han dado cuenta del gran vicio que tengo. Abierta de piernas y con el coño muy caliente, empiezo a hacerme un dedo, mi rajita se moja aun más, me doy cuenta que los mirones cada vez están más cerca de mí e inevitablemente mis ganas por comer pollas crecen y crecen.
El resto de la historia ya la sabéis, mando a Lois a por unos refrescos y aprovecho para follarme al pivoncito de mi lado mientras 7 tíos se pajean y babean mirando como me destroza un buen rabo… Ahora me arrepiento de no haberme tragado todas las demás pollas. Valencia, ¿me dejáis volver ?
Sexo en las playas de Valencia
Lo de Sol es de escándalo, es verle las tetas y ya estoy cachondo perdido!