Trío improvisado en público la noche de Halloween (Experiencia personal)

Por fin llegó el día de fiesta y la salida a zorrear. Este era especial, porque se celebraba Halloween. Como de costumbre, salimos las cuatro zorritas y sus cornuditos. Todas íbamos disfrazadas y tras cenar y tomarnos unos minis, nos fuimos de caza. Después de estar en algunos garitos, encontramos el definitivo; había buen ambiente, gente disfrazada, y sobretodo muchos chicos.

Dos de las zorritas se pusieron a bailar al lado de unos chicos a los que conocían de otro fin de semana y Claire (Clara) y yo nos separamos un poco. Íbamos tomando cervezas y nos íbamos animando hasta que en un momento de la noche le propuse algo a mi amiga:
-Clara, ¿Te gustaría que las dos nos liásemos con el mismo?
-¿Qué dices? , ¿estás de coña?
-No hay huevos…jajaja.
Y los hubo. Estuvimos un rato mirando a ver quién iba a ser nuestra presa. Nos decidimos por uno, y tras contarle que mi amiga y yo habíamos hecho una apuesta a que no era capaz de liarse con las dos, nos dijo que tenía novia (estaba justo al lado, y casi nos fulmina con la mirada). Fue una sensación un poco extraña verla vestida de la niña del exorcista arrancándonos los ojos con la mirada.

Más tarde tonteamos con otro, pero no acabamos de tenerlo claro, así que cambiamos de zona y fichamos a otro, aunque al final, como tenía un par de chicas cerca y ya habíamos escarmentado, llamamos a su amigo. Después de coquetear un rato con él, le conté nuestro plan. Le dije que eramos amigas y que nuestra fantasía era compartir un chico por una noche haciendo un trío. El chaval nos miró y dijo de ir a la calle un rato. Salimos y estuvimos hablando con él, calentándole, hasta que le dije claramente que había sido elegido y que queríamos liarnos las dos con él. El chico en un principio dijo que solo con una, pero le insinué que o las dos, o ninguna, puesto que era nuestra  fantasía sexual y entendió que o era él el que esa noche estuviera con ambas, o sería otro el elegido.

No se lo pensó mucho, y nos besó a las dos para dar a entender que aceptaba, nos metimos en el bar y nos pusimos cerca de la barra los tres, nuestros cornuditos se acercaron para no perdernos de vista. La situación era bastante cantosa. Al principio estábamos disimulando un poco, pero pronto empezamos a intercambiar morreos con el chico y entre nosotras. El chaval estaba alucinando y Clara le preguntó que si no podía con las dos, su respuesta fue coger la mano de mi amiga y bajarla a su polla mientras le decía que si de verdad creía que no iba a poder con las dos. Luego cogió mi mano e hizo lo mismo. Ambas pudimos comprobar que el chico tenía una buena polla, así que empezamos a ir un poquito más allá de solo liarnos.
En mitad de todo el mundo, se abrió la bragueta y se sacó la polla para que la viéramos. Ni corta ni perezosa me agaché allí mismo entre la gente y se la chupé un poco, me levanté e invité a Clara a hacer lo mismo, que por supuesto, lo hizo. Nuestros novios nos veían un poco retirados sin poder acabar de creerse lo que veían e incluso un chaval les preguntó si ellos estaban viendo lo mismo que él, y tras asentir ambos con la cabeza, el chaval se puso en la barra para no perderse nada del espectáculo porno que le estábamos proporcionando. Sin parar de tocarle la polla y hacerle una  buena mamada , le dijimos de salir fuera e ir al parque de enfrente. Nos sentamos los tres, con el chico en medio. Empezamos a meterle mano y a besarle; él no tardó en bajarse los pantalones y los calzoncillos hasta el suelo mientras nosotras le masajeábamos la polla y los huevos. Clara se lanzó a su polla y yo la seguí. A todo esto, en un banco cerca se pusieron un grupo de chicos, (que pensándolo ahora, incluso podría ser que estuvieran en el bar y nos siguieran) los cuales no perdían detalle, incluso vitoreando y diciendo de aplaudir una vez terminásemos. Nuestros novios estaban por detrás de nosotros medio escondidos. Le pedimos que nos follara así que, se puso el condón y le pajeamos un poquito. Me quité las bragas y me puse encima de él para metermela e invité a Claire a hacer lo mismo. Me puse a cuatro patas en el banco para que me follara y mi amiga mientras me sobaba. Hasta entonces, el contacto que había tenido con una chica no pasaba de morrearse y tocarnos un poquito mientras bailamos, pero en ese momento le apeteció ir un poquito más allá conmigo. Me tocaba el culo y me acariciaba los labios de mi coñito mojado por debajo del minivestido. Estaba supercachonda; entre Clara y el chico me tenían a mil. Empecé a gemir un poco más fuerte buscando exhibirme y que me oyesen y ofrecí polla a mi amiga. Se colocó en la misma posición que yo y se la folló delante mía mientras le decía guarradas y me besaba con él instándole a darle bien a Clara, diciéndole que era muy zorra y le gustaba la caña.

Nuestros novios estaban disfrutando con nuestro juego de la noche, hasta que empezó a acudir gente (pese a que eran más de las 6 de la mañana) y tuvieron que irse. Mientras nosotras, no desistíamos en nuestro empeño de sacar su rica leche; Le masturbábamos mientras nos besábamos y se la lamíamos, aun con sabor a nuestros coños. No se concentraba con tanta gente alrededor, que incluso llegaba a acercarse, con lo cual, tuvimos que irnos sin nuestro merecido premio: su leche. Eso sí, nos dejó bien folladitas y muy cachondas todo el camino hasta casa.