Era tarde aquella noche. Como algún que otro jueves, veníamos de cenar de casa de unos amigos a las afueras de Madrid. Hacía calor y el aire de la calle nos espabilaba después de habernos bebido un poco de vino.
Era tarde aquella noche. Como algún que otro jueves, veníamos de cenar de casa de unos amigos a las afueras de Madrid. Hacía calor y el aire de la calle nos espabilaba después de habernos bebido un poco de vino.