Seguro que casi todas las chicas nos hemos masturbado alguna vez imaginando una visita al ginecólogo en el cual el médico es un tiarrón bien apuesto y morboso.
La suerte la tuvo la del vídeo porno amateur de hoy, ella no tuvo que imaginarlo. Nada más entrar a la consulta y ver a su médico diciéndole que se quitase las bragas y se abriese de piernas, debió de lubricar como una loca. La muy golfa no puede evitar tocarse delante de él, que se esmera en palpar con sus dedos cada rincón de su vagina, clítoris y labios haciendo que su paciente esté cada vez más y más caliente.
Con lo que ella no contaba, es con que el apuesto médico tendría que usar su lengua para que la paciente tuviese su mejor orgasmo. En mi próxima visita al ginecólogo, yo quiero que me reciba él y me haga esa comida de coño 😉